Primera parte del texto:
Para describir al Museo Ferroviario de
Gualeguaychú podríamos utilizar la siguiente definición:
“Es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreo.”
“Es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreo.”
Pero si comparamos esta definición con lo que
le pasaba a quienes conformaron la Comisión
Pro Museo Ferroviario, allá por agosto de 1984, simplemente
parecerían muy frías pues está claro que el ferrocarril con más de cien años en
nuestra ciudad tiene mucha historia que contar y para eso es loable el haber
creado un Museo, pero resulta que este Museo no nació de una decisión
gubernamental o de la motivación de una gran masa de personas ni tampoco el
ferrocarril se estaba yendo de Gualeguaychú. El Museo Ferroviario de nuestra
ciudad nació por el sentimiento y la pasión de un grupo de vecinos (entre lo que había ferroviario y
no ferroviarios) que fueron testigos de un acontecimiento que a la historia
misma del Tren se le escapa o por lo menos queda tapado por otros sucesos.
Resulta que el día 10 de junio de 1983 de la Estación de trenes de
Gualeguaychú, a las 10:00 de la mañana, partía con destino Basavilbaso la
locomotora N°85 cerrando ese día los servicios oficiales a vapor de las grandes
líneas ferroviarias argentinas, ese sistema que comenzó un 30 de agosto de 1857
terminaba en nuestra ciudad. Ese día un grupo reducido de personas, concientes
de lo que eso significaba sumado al cariño por las vaporeras deciden que deben
recuperar para Gualeguaychú al menos el recuerdo de los tiempos del silbato a
vapor anunciando llegadas o partidas; los tiempos del penacho de humo coronando
a las morochas que resoplaban en los andenes ansiosas por viajar. Nuestra
ciudad les debe un eterno agradecimiento a estos hombres que tuvieron la visión
y la valentía para emprender solos la aventura que significó el rescate del
material rodante que hoy está emplazado detrás de la vieja estación.
Primero se procuró conseguir la locomotora N°85
la cual fue negada porque todavía estaba en funcionamiento (hoy está oxidada en
Concepción del Uruguay), luego la búsqueda los llevó hasta la N °81, descarrilada y accidentada
desde 1981 en Posadas (Misiones) la cual fue cedida después de muchas
tratativas porque había que remolcarla hasta acá. Los relatos sobre la llegada
de la Locomotora N °81
son muchos y coinciden en la desilusión que se llevaron al verla porque no
había simplemente descarrilado, sino que estaba maltratada (incluso Enrique
Aagaard menciona que no sabían si aceptarla o no), el descarrilo fue en un
puente alcantarilla por lo que la estructura estaba seriamente dañada, tenía
faltantes de piezas y además había
sufrido una inundación razón por la cual el óxido era avanzado. La restauración
de la 81 llevó meses en el Galpón de máquinas, donde los trabajos estuvieron a
cargo de Enrique Aagaard, quien fuera el último jefe encargado de la
restauración y mantenimiento de las locomotoras a vapor. Al fin, luego de mucho
trabajo y de viajes en el medio para conseguir piezas de repuestos, se pudo
inaugurar el Museo el 24 de noviembre de 1984 con una locomotora impecable y
solitaria porque las demás piezas fueron incorporándose al Museo con el
transcurso del tiempo. Esta apretada síntesis de la locomotora que hoy engalana
al Museo no es más que un ejemplo ya que cada pieza del mismo, cada rincón,
cada documento que hoy guarda el Coche Comedor 5462 tienen una historia similar
y es por eso que su valor es enorme. Al caminar por el Museo, los visitantes
van despertando momento gracias a los recuerdos o por medio de la imaginación
porque las piezas parecen congeladas desde hace cien o más años pero así
también como hoy cualquiera puede disfrutar de un viaje al pasado, viaje que se
renueva ya que además esta institución va creciendo y ampliando su material, hay
que decir que no ha sido fácil para el Museo porque su historia nos cuenta que sufrió como ningún otro un prolongado
abandono en el cual fue tratado por algunos funcionarios de esa época como “un
montón de trastos que han quedado a la intemperie” (según palabras textuales a
un periódico local del entonces Director de Museos municipales) más preocupados
por la imagen negativa que daba a los turistas que paseaban por el nuevo
corsodromo que por recuperar un patrimonio cultural e histórico para la ciudad.
Es así que en los años que siguieron, dos
ferroviarios que estuvieron presentes desde los primeros días del Museo,
comenzaron a peregrinar por los distintos medios de comunicación denunciando el
abandono, desamparo y la desidia que abrazaban a la institución por aquellos tiempos
en los que finalizaba la década del noventa y comenzaba el siglo XXI. Varios
fueron los artículos periodísticos que se publicaron en diarios y otros que
fueron emitidos por radio y por televisión, los cuales no tuvieron el eco
deseado y mientras tanto el Museo seguía perdiendo piezas tanto por robos como
por el mismo paso del tiempo. Los diarios titulaban “El Museo ferroviario pierde piezas irrecuperables por actos
vandálicos”; “El vagón del Museo Ferroviario se convirtió en un ¨ gallinero ¨,
por el abandono”; etc. De esta manera la locomotora N°81 con más de un
millón de kilómetros recorridos y el Coche Comedor 5462 en el cual se habían
apostado las esperanzas de construir dentro una biblioteca, veían pasar el
tiempo encerrados por un cerco perimetral que lo único que hacía era aislarlos,
lejos de cumplir con la función de proteger, y el Museo se iba adentrando así
en la nebulosa espesa del olvido colectivo. Ese bullicio en las vías escenográficas
de aquel 24 de noviembre de 1984 se había apagado y lejos estaba la decisión
política municipal de reflotarlo.
El Museo Ferroviario de Gualeguaychú está emplazado en
el Parque de la Estación
Calles: Maestra Piccini y
Maipú
Teléfono: (03446)
437034
Correo electrónico: mferroviario@gualeguaychu.gov.ar
– parqueestacion1984@gmail.com
Ig: @museoferroviariogchu
Fb: Museo Ferroviario
Gualeguaychú
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Dardo Campoamor, 19 de Mayo de 2015
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