En este mundo de cambios constantes, hay días
en los que es verdaderamente difícil mantenerse en un tiempo cronológico
mientras el tiempo histórico se revela rompiendo las barreras del otro ya sea
por un hecho puntual o por una fecha significativa. Es complicado entender esto
si antes no entendemos que nuestro presente es un producto del pasado que tiene
las respuestas a muchas cosas que hoy nos pasan. Tranquilo en mi casa del siglo
XXI recibo un mensaje del siglo XIX el cual voy a transcribir de forma textual:
Luís Benítez <+54911********>
“Buenas tardes, estimado Sr.
Campoamor. Le comento por este medio, que los británicos se quedaron hoy con la
operación del FCCER. En los próximos trenes, que lleguen a Gualeguaychú. Serán
operados por The Entre Ríos Railways Company. Me informaron, hoy vía telégrafo,
desde Paraná. Mañana lo visitaré en su oficina. Saludo atte. Luís Benítez.
19:53, 29 ene.”
Como el mensaje terminaba así, yo
calculé que el año de envío debió ser 1892 lo que fue confirmado por el segundo
mensaje que decía lo siguiente:
Luís Benítez <+54911********>
“Estimado Sr. Campoamor espero que
dentro de 123 años, nuestros ferrocarriles no estén más en manos extranjeras,
antes prefiero el libertinaje y la chusma, antes que nuestros ferrocarriles en
manos extranjeras. Un abrazo y lo veo mañana.
19:56, 29 ene.”
Me puse a leer porque la información
que me enviaba era muy precisa y además traía una esperanza, un deseo, un
sentimiento al cual no iba a poder responder de manera satisfactoria porque
todos sabemos (con más o menos detalles) la suerte que corrieron los
ferrocarriles en esta zona.
Luís iba a saltar 123 años en un día
con una probable sonrisa y yo en ese mismo día tenía que recorrer más de sien
años de historia para encontrar una explicación al porqué nunca se pensó en
serio la propuesta del Dr. Torcuato Gilber (1888)
…”Es un problema ya resuelto por la
economía política, que la facilidad de viajar aumenta el número de pasajeros.
Existiendo esta Línea (FCCER) con todos sus empleados, con su
capital invertido, con todos sus gastos, el poner un tren diario entre ambas
ciudades (Paraná – C del Uruguay) no originaría más gastos que el aumento de
algunas toneladas de carbón quemado.
Creemos que no debe limitarse el
movimiento del Ferrocarril.
Es necesario hacer marchar uno
diariamente, aunque los primeros días vayan vacíos.
Es necesario hacer acostumbrar al
público a los viajes, ofreciéndoles oportunidades frecuentes.” (1)
O porqué se desnaturalizó la visión
localista, la de entendernos como una provincia rodeada de ríos que nos da el
nombre y la identidad. Que razón hubo para restarle importancia a las dos vías
principales de comunicación, el río Uruguay y el río Paraná, nosotros hijos
ribereños alimentados por este suelo rodeado de agua al cual los Chanás lo
entendían como su Diosa Tierra atravesada por los ríos como la sangre vital que
le daba vida a todo y la única manera de entender el cambio de perspectiva es la
presencia de una visión extranjera. Fue así que el FCCER naciera de este a
oeste rompiendo el esquema tradicional de norte a sur o mejor dicho, de
cualquier punto hacía el puerto de Buenos Aires. Fue así que la provincia de
Entre Ríos viera al ferrocarril como un medio auxiliar o complementario al
transporte fluvial porque era una visión natural de las cosas.
Muchas pueden haber sido las razones
por las cuales se cambia de rumbo y el sentido de este a oeste se transforma en
una vía troncal de norte a sur (de norte hacía el puerto de Buenos Aires) La
razón es lo que informa Luís cuando dice que el FCCER fue vendido a The Entre
Ríos Railways Company (FCER) pero llegar a esta venta debió haber tenido sus
razones como, quizás, la inexperiencia, errores administrativos, el clima que
no ayudó por haber sido los años 1888 y 1889 muy lluviosos con roturas de vías
y consiguientes cortes en los servicios de carga y de pasajeros, también la
presión extranjera y el vasallaje de los gobernantes de esos años con la
principal potencia de entonces, Inglaterra, (seguramente fue lo que vio Luís
hace 123 años para temer lo que, con algunos matices, luego sucedió) Porque los
ingleses ya habían entendido al ferrocarril como, pongámoslo en palabras de
Raúl Scalabrini Ortiz en su libro “Historia
de los Ferrocarriles Argentinos” cuando dice: “El ferrocarril fue el mecanismo esencial de esa política de dominación
mansa y de explotación sutil que se ha llamado imperialismo económico.” (2)
La verdad es que no voy a poder
explicar muy bien como una empresa provincial con clara visión de comunicación
acorde con su realidad fue vendida a los ingleses para pasar a ser parte de esa
red o tejido o urdimbre trazada por la potencia inglesa para asegurarse el
dominio económico, para de manera oculta quedarse con tierras cuyos habitantes
creían que eran libres, que eran Estado independiente, que se habían liberado
del colonialismo. Esa misma red que cumplió con su misión hasta 1948 cuando fue
la nacionalización de los ferrocarriles, el golpe de Estado de 1955 y otra vez
con caídas, levantadas, líneas cerradas, corrupción, el Plan Larkin y la Huelga de 1961, cierre de más
líneas, reorganización nacional, intervención de los sindicatos, Guerra de
Malvinas, neoliberalismo, concesiones y privatizaciones, “ramal que para, ramal
que cierra… 1994 cierre de la
Estación de trenes de Gualeguaychú… corsodromo. 123 años
después no hay trenes nacionales, no hay trenes británicos, no hay trenes.
¿Qué le puedo decir a Luís? Yo pienso
que cuando Luís pise el cruce entre calle Maipú y Maestra Piccini no me va a
quedar otra que citar a J. P. Sartre y decirle: “Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos
con lo que han hecho de nosotros”. Sabiendo que tenemos memoria y ganas de
transformar las cosas.
Citas
- (1) Carlos D. A. Waigandt. F. C. Central Entre - Riano, Vía libre hacia la historia. Ediciones del Cle 2009 (pag 53).
- (2) Raúl Scalabrini Ortiz. Historia de los Ferrocarriles Argentinos. Editorial Lancelot 2009 (pag 22).
Fuentes
- Archivos del Museo Ferroviario de Gualeguaychú.
- Carlos D. A. Waigandt. F. C. Central Entre - Riano, Vía libre hacia la historia. Ediciones del Cle 2009.
- Raúl Scalabrini Ortiz. Historia de los Ferrocarriles Argentinos. Editorial Lancelot 2009.
- Revista "Todo Trenes - Extra". Año 8 N°50 - Junio 2007.
El Museo Ferroviario de Gualeguaychú está emplazado en
el Parque de la Estación
Calles: Maestra Piccini y
Maipú
Teléfono: (03446)
437034
Correo electrónico: mferroviario@gualeguaychu.gov.ar
– parqueestacion1984@gmail.com
Ig: @museoferroviariogchu
Fb: Museo Ferroviario
Gualeguaychú
Nota anterior del Blog: Los nuevos folletos del Museo
Nota siguiente del Blog: Coche Comedor 5462 - Aniversario
Dardo Campoamor, 30 de Enero de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario