jueves, 29 de agosto de 2019

30 de agosto Día del Ferrocarril

            Un hermoso domingo 30 de agosto de 1857, se libraba el primer servicio de trenes en territorio argentino con la locomotora “La Porteña”. Por eso hoy se celebra el día del Ferrocarril en Argentina y desde el Museo Ferroviario Gualeguaychú quisiéramos hacer una breve reseña y enviar a través de ella un saludo a los ferroviarios y familiares, como así también a los vecinos del barrio de la Estación.



            Este medio de transporte revolucionario que nació en Inglaterra en la segunda década del siglo XIX, va a llegar a territorio argentino en la mitad del mismo siglo gracias a la llamada Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste, la cual fue conformada por capitales nacionales. Esta sociedad se presenta en 1853 ante el gobierno de la Provincia de Buenos Aires con la intención de obtener la concesión para la construcción de un camino de hierro por donde circulen locomotoras a vapor arrastrando coches de pasajeros y vagones de carga para prestar un servicio público. Al año siguiente se sanciona la Ley y tres días después se autoriza la construcción del ferrocarril al Oeste. En esta ley se encuentran los preceptos fundamentales que han servido de base a las posteriores como la donación de tierras públicas, la libre introducción de útiles y la liberación de los impuestos. Seis meses después de la autorización, la Sociedad presenta ante el ejecutivo los planos de la primera Estación de trenes y el trayecto por el cual circularía el futuro ferrocarril.
La Primera Estación de trenes fue la Estación del Parque, ubicada en dónde actualmente se encuentra el Teatro Colón y, con un recorrido de 10 kilómetros, llegaba hasta Estación La Floresta. El ferroviario e historiador entrerriano, Carlos Waigandt, cuenta en su libro “F.C. Central Entre-Riano Vía Libre hacia la historia” que este servicio contaba con tres trenes diarios de ida y vuelta con un valor de 10 Pesos papel moneda de ese entonces para el pasaje en primera clase y de 5 Pesos en segunda clase y que los coches eran descubiertos.
Este primer viaje oficial en tren no estuvo exento de inconvenientes. Entre sus anécdotas están las de haber estado a último momento, a punto de cambiar la tracción a vapor por la tracción a sangre porque, al parecer, las acciones no habían respondido a las esperanzas cifradas, porque al ser este proyecto nuevo y desconocido, los inversionistas pensaban que iba a ser algo difícil de sostenerse, pero finalmente decidieron asumir el riesgo.
Otro de los imprevistos fueron las lluvias torrenciales del verano de 1857 que provocó derrumbes en los terraplenes generando inconvenientes que llevaron a la suspensión de la inauguración planificada para el 1° de enero de ese año. Recién para comienzos de agosto la línea, por fin, quedó terminada y las crónicas cuentan que se decidió hacer un viaje experimental conducido por la locomotora “La Porteña” arrastrando un Coche encomienda y otro de pasajeros, en el cual viajaban, entre otros, Bartolomé Mitre, Vélez Sarfield, Obligado, Zapiola, Lavallol, Miró, Moreno y Valentín Alsina. El viaje de ida se realizó sin ningún contratiempo, pero en el de regreso, el maquinista, que era el inglés John Alian, a pedido de los pasajeros imprimió mayor velocidad y puso la locomotora a andar a 40 kilómetros por hora, lo que para aquel entonces era una velocidad formidable. Todo iba bien hasta que, a mitad de camino, y sobre un terraplén, la locomotora descarriló y recorrió sobre los durmientes rompiendo alrededor de 80 metros de vía. El coche de pasajeros quedó semi tumbado y sus ocupantes recibieron heridas leves. Luego del accidente, el 27 de agosto, se realizó otro ensayo que resultó todo un éxito y por esa razón se decidió que el día 29 de agosto se hiciera el viaje inaugural con las bendiciones del obispo de Buenos Aires, Monseñor Escalada, bautizando a las locomotoras compradas a E.B. Wilson de Leeds (Inglaterra) con los nombres de “La Porteña” y “La Argentina”. Todo ese día fue una gran fiesta acompañada de bandas militares y mucho público en ambas Estaciones, Del Parque y La Floresta.
Llegamos entonces al día del primer Servicio Oficial, el domingo 30 de agosto, quedó librado al servicio público de trenes entre Estación Del Parque y Estación La Floresta. Se comenzó con dos servicios diarios y se agregó a fin de año un servicio nocturno informando al público que dicho servicio se prestaba siempre y cuando hubiera luna llena y la noche estuviera despejada, modalidad dejada de lado cuando se incorporaron los faroles a las locomotoras.


Así comenzaron a funcionar los ferrocarriles en Argentina y nueve años después se instalará el ferrocarril en Entre Ríos, pero a Gualeguaychú llegará recién en 1889.


Información obtenida del Archivo y de la Biblioteca ferroviaria del Museo Ferroviario de Gualeguaychú.

Museo Ferroviario Gualeguaychú

El Museo Ferroviario de Gualeguaychú está emplazado en el Parque de la Estación

Calles: Maestra Piccini y Maipú

Teléfono: (03446) 437034

Correo electrónico: mferroviario@gualeguaychu.gov.arparqueestacion1984@gmail.com

Ig: @museoferroviariogchu

Fb: Museo Ferroviario Gualeguaychú

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Dardo Campoamor, 29 de Agosto de 2019



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